sábado, 6 de enero de 2018

PROEMIO (4° parte)

“Vio con radical claridad la situación y debió en su interior exclamar con irrevocable decisión: "¡La belleza ha muerto!   ¡Viva lo demás!" (…) la pura anti–belleza, la trivialidad –el “bodegón”.   Como NO tomamos parte en las luchas que agitaron el pasado, NOs parece tranquilo.   Pero la especie humana es feroz y ha vivido en permanente pugna.   Así, pintar bodegones, que hoy NOs parecería la más vana ocupación, significaba hacia 1615 una faena subversiva y el colmo de la insolencia.   Treinta años antes, el hijo de un albañil lombardo, Miguel Ángel de Caravaggio, había ejecutado el primer acto revolucionario contra la tradición de la pintura italiana y, en general, europea.   Había dejado entrar en sus cuadros el “natural”.   Los cuadros de Caravaggio producen espanto, como los actos de un terrorista. (…) NO vemos con precisión cómo era la fama de Velázquez dentro y fuera de España en su tiempo como NO podía meNOs, sorprende a la gente de entonces la inaudita capacidad que Velázquez manifiesta para copiar lo que se ve –pero NO saben en qué región del arte y meNOs aún en qué rango situar esa producción.   Faltaba en la mente de la época el alveólo, el "marco" donde colocar a un artista como Velázquez, y por eso la sorpresa admirativa ante sus obras NO puede terminar en una apoteosis, en una fama precisa y sólida.   Es un extemporáneo”.
José Ortega y Gasset. Introducción a Velázquez

LA DYKTADORA: ¡OH, QUÉ HEAVY!

EL TRANSCRIPTOR: ¿Por qué?

La Dictadora: Es como si estuviera hablando de ti.
Lo que escribe el Pepe casi nunca me hace sentido.   Pero ahora que te dictaba, habían unas frases en que me decía para mí misma, ya... sí... puede ser, pero NO.   ¡Pasemos a la siguiente!   Pero llegué a una que me cagó.   Me remeció entera.

El Transcriptor: ¿Cuál frase?

La Dictadora: Nunca una frase me había hecho sentido sobre ti como: “Es un extemporáneo”.

El Transcriptor: ¡Ah, eso!   ¿Recién te das cuenta?
La Dictadora: NO, pero ahora vengo a entender tu terrible soledad.

El Transcriptor: Pero sé más específica.   Recuerda: “La exactitud o la muerte”.

La Dictadora: ¡Pasa el libro… a ver!
   “El pintor crea su fauna, suscita un pueblo aparte.   Y como es un pueblo habla un lenguaje peculiar.
   Nadie es gran pintor si NO es un idioma.   Por eso, un grande artista NO se entiende con nadie.    ¿Cómo se va a entender si su misión es ser otro lenguaje?   Por eso la historia de las artes es la Torre de Babel.   NO se entienden entre sí –se excluyen”.
   ¡Obvio ke NO se va a entender con nadie, si su misión es ser un nuevo lenguaje!
   ¡Ké Torre de Babel, viejo Ku Ly Ao!   El gran artista edifica entorNO a sí su propia soledad y se asfixia dentro.   Tal es su destiNO.   ¡Me cagó al Enrique, viejo Ku Ly Ao!

El transcriptor: Cuando abrí ezte libro en el baño, el verano 2011, fue ahí mezmo y me heló por la mezma razón.   Estaba viendo la exacta síntexyz de mi Byddha.   Ahí supe por qué cayó en mix maNOs.
Doscientos aNOz después, Monet exclamaría en “El Prado”: ¡Esto es pintura!   Lo que NO sabía Monet era su tesis filosófica: El Mundo es una fantasmagoría, un hoyo.   Velázquez refutó el Renacimiento.



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